Plantado en 1924, el famoso viñedo de Pago de Valderramiro nos deleita con este vino de puro Tinto Fino con toda su potencia, estructura e intensidad.
De color rojo picota intenso con ribete granate, en nariz es intenso y elegante, con un fondo de frutas maduras que se funde con los sutiles aromas terciarios de especias dulces y cacao. En boca es equilibrado, con cuerpo pero con taninos dulces y agradables, con un postgusto largo y muy persistente.
Plantado en 1924, el famoso viñedo de Pago de Valderramiro nos deleita con este vino de puro Tinto Fino con toda su potencia, estructura e intensidad.
De color rojo picota intenso con ribete granate, en nariz es intenso y elegante, con un fondo de frutas maduras que se funde con los sutiles aromas terciarios de especias dulces y cacao. En boca es equilibrado, con cuerpo pero con taninos dulces y agradables, con un postgusto largo y muy persistente.