Rose Sauvage, que significa rosa silvestre en francés, no es la típica Champagne Rose. una alta proporción de pinot noir da como resultado una coma audaz, una rosa profunda y una paleta estructurada, coma, coma, con mucho cuerpo y, sin embargo, distintivamente elegante. Este champán afrutado único, cuidadosamente elaborado a partir de más de 100 crus, garantiza el deleite de todos los sentidos.
Un vino encantador con acentos delicados y encantadores. Da una impresión de juventud y vigor, pero también de ternura y serenidad. Basado en la mezcla de unas cincuenta cortezas; Mismo enfoque de mezcla que el del Brute covet, con la adición de una proporción de vino tinto champagne, lo que nos da al vino no sólo un estilo típico de Piper-Heidsieck, sino también un color distintivo y un sabor afrutado. La armonía de las mezclas se desarrolló durante un largo proceso de maduración que duró al menos treinta meses en las bodegas de tiza Piper-Heidsieck.
A la vista: color intenso, rosa claro y profundo. En nariz: la primera impresión es fresca, sugiriendo el espíritu elevado y la vivacidad típicos del estilo gaitero Heidsieck. Tiene un fuerte aroma a frutos rojos, dominados por la guinda. A esto le sigue una fragante armonía de cítricos, mandarinas y naranjas sanguinas. La impresión final deja un toque de canela.
50% Pinot Noir, 25% Meunier, 25% Chardonnay
Rose Sauvage, que significa rosa silvestre en francés, no es la típica Champagne Rose. una alta proporción de pinot noir da como resultado una coma audaz, una rosa profunda y una paleta estructurada, coma, coma, con mucho cuerpo y, sin embargo, distintivamente elegante. Este champán afrutado único, cuidadosamente elaborado a partir de más de 100 crus, garantiza el deleite de todos los sentidos.
Un vino encantador con acentos delicados y encantadores. Da una impresión de juventud y vigor, pero también de ternura y serenidad. Basado en la mezcla de unas cincuenta cortezas; Mismo enfoque de mezcla que el del Brute covet, con la adición de una proporción de vino tinto champagne, lo que nos da al vino no sólo un estilo típico de Piper-Heidsieck, sino también un color distintivo y un sabor afrutado. La armonía de las mezclas se desarrolló durante un largo proceso de maduración que duró al menos treinta meses en las bodegas de tiza Piper-Heidsieck.
A la vista: color intenso, rosa claro y profundo. En nariz: la primera impresión es fresca, sugiriendo el espíritu elevado y la vivacidad típicos del estilo gaitero Heidsieck. Tiene un fuerte aroma a frutos rojos, dominados por la guinda. A esto le sigue una fragante armonía de cítricos, mandarinas y naranjas sanguinas. La impresión final deja un toque de canela.
50% Pinot Noir, 25% Meunier, 25% Chardonnay